Recuerdo como si fuera hoy cuando el Jorgito Clarín de Singer se burlaba, cuando el precio del tomate se había ido a las nubes, llegó a tocar en aquel tiempo los $40 ó $50 el kg. En aquel momento el descargo de la Pesada Herencia era que no habían entrado todavía los tomates de Corrientes, por eso era escaso y caro. Por lo que se recomendaba esperar un mes, hasta que la situación se normalizara.
Y era cierto, luego bajó y se podía comprar 2 kg por $10, dicho esto y teniendo en cuenta que el precio del aceite de girasol se fue al carajo y los supermercadistas lo esconden, paso a chicanear como lo hacía el gordito merquero.
Ahora deberemos comer papas fritas, fritas con agua, o tortillas cocinadas con agua, freiremos las milanesas en agua.
Recuerdo cuando el ex secretario de comercio Guillermo Moreno peleaba con los grandes formadores de precio para que no le subieran los precios a los artículos de consumo masivo. Ahora veo al mejor equipo de los últimos 50 años no poder ni contener el precio del aceite (aceitazo) y me pregunto Oh, y ahora quién podrá defendernos?
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