Como nos tiene acostumbrados para las fechas patrias la excelentísima piedra de Tandil, hace una especie de fiesta casi personal.
Y como en toda fiesta bien organizada, se cierra con vallas para que los colados no puedan pasar y se repartió "cotillón" a diestra y siniestra por parte de la Gendarmería. Uno que llevó la peor parte fue el concejal Eduardo Toniolli.
¿Cómo pudimos pasar de festejar un día patrio, a no poder acceder ni siquiera al monumento a la bandera en su día?
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