El juez Moro
consumó el segundo paso del golpe mediático-judicial. A menos de un año
de la destitución ilegal de Dilma Rousseff, condenó sin pruebas (con un power point) al ex
presidente a nueve años y medio de prisión. Si la Cámara lo confirma,
Lula, el político más popular de Brasil, quedaría proscripto.
Lo unico que le quedaba a las corporaciones brasileñas para impedir la vuelta de uno de los presidentes más importantes de la región, lo cual hubiese hecho que regresen los movimientos nacionales y populares de la patria grande.
"Nunca pensé que poner un plato de comida en la mesa de un pobre
generaría tanto odio en una elite que tira toneladas de comida en la
basura todos los días". (Luiz Inácio Lula da Silva).
Acá vemos al juez del Power Point, junto a otros dos impresentables, esto fue hace un par de meses nada más, así que ojo al piojo pingüinada.
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