martes, 9 de agosto de 2016

Jorge Cafrune - Coplas del Payador Perseguido

Ayer hubiese cumplido años don Jorge Cafrune. El turco nació en el seno de una familia argentina jujeña de típicas costumbres gauchescas y antepasados de orígenes árabes, en la que sus abuelos paternos y maternos eran inmigrantes provenientes de Siria y el Líbano. Recibió el apodo de "El Turco" tal y como llamaban a su padre, un popular gaucho de la región que cantaba bagualas. (extracto de wikipedia)



Jorge Cafrune - Coplas del Payador Perseguido 




Letra:

Con permiso voy a entrar aunque no soy convidao
pero en mis pagos un asado no es de naides y es de todos
yo voy a cantar a mi modo después que haya churrasqueao.

Yo se que muchos dirán que peco de atrevimiento
si largo mi pensamiento pal rumbo que ya elegí
pero... siempre he sido así, galopiador contra el viento.

La sangre tiene razones que hacen engordar las venas
pena sobre pena y pena hacen que uno pegue el grito
la arena es un puñadito, pero hay montañas de arena.

No se si mi canto es lindo o si saldrá medio triste
nunca fuí zorzal ni existe, plumaje mas ordinario
yo soy pájaro corsario que no conoce el alpiste.

Vuelo porque no me arrastro, que el arrastrarse es la ruina
anido en árbol de espina lo mesmo que en cordillera,
sin escuchar la zonzera del que vuela lo gallina.

No me arrimo así nomá, a los jardines floridos
sin querer vivo alvertido pa no pisar el palito
hay pájaros que solitos se entrampan por presumidos.

Aunque mucho eh traqueteado no me engrilla la prudencia
es una falsa experiencia vivir temblándole a todo
cada cual tiene su modo, la rebelión es mi ciencia.

Yo soy de los del montón, no soy flor de invernadero
igual que el trébol campero crezco sin hacer barullo,
me apreto contra los yuyos y así lo aguanto al pampero.

Acostumbrado a las sierras yo nunca me se marear
y si me siento a alabar me voy yendo despacito,
pero aquel que es compadrito paga pa hacerse nombrar.

Si me dicen señor agradezco el homenaje
mas soy gaucho entre el gauchaje y soy nadie entre los sabios
y son para mi los agravios que le hagan al paisanaje.

La vanidad es yuyo malo que envenena toda huerta
es preciso estar alerta manejando el asador
pero no falta el varón que la riega hasta en su puerta.

El trabajo es cosa buena, es lo mejor de la vida
pero la vida es perdida trabajando en campo ajeno
unos trabajan de trueno, y es para otros la llovida.

El estanciero presume de gauchismo y arrogancia
el cree que es extravagancia que su peón viva mejor.
mas no sabe ese señor que por su peón tiene estancia.

El que tenga sus reales hace muy bien en cuidarlos
pero si quiere aumentarlos que a la ley no se haga el sordo
que en todo puchero gordo los choclos se vuelven malo.

Yo vengo de muy abajo y muy arriba no estoy
al pobre mi canto doy y así lo paso contento
porque estoy en mi elemento y ahí valgo por lo que soy.

Cantor que canta a los pobres ni muerto se ha de callar
pues ande vaya a para el canto de ese cristiano,
no ha de faltar el paisano que lo haga resucitar.

Si alguna vuelta he cantado ante panzudos patrones
he picaneado las razones profundas del pobrerío
yo no traiciono a los míos por palmas y patacones.

Si uno canta coplas de amor, de potros, de domador,
del cielo y de las estrellas
dicen que cosa mas bella, si canta que es un primor!

Pero si uno como Fierro por ahi se larga opinando
el pobre se va acercando con las orejas alertas
y el rico vicha la puerta y se aleja reculando.

Tal vez alguien haya rodado tanto como rodé yo
pero le juro créamelo!, que ví tanta pobreza
que yo pensé con tristeza, Dios por aquí y no pasó.

Nadie podrá señalarme que canto por amargao
si he pasao las que he pasao quiero servir de advertencia
el rodar no sera cencia, pero tampoco es pecao.

Amigos voy a dejarlos
está mi parte cumplida
en la forma preferida de una milonga pampeana
canté de manera llana ciertas cosas de la vida.

Ahura me voy no sé adonde
pa mí todo rumbo es bueno
los campos con ser ajenos los cruzo de un galopito
guarida no necesito yo se dormir al sereno.

Y aunque me quiten la vida
o engrillen mi libertad
o aunque chamusquen quizá
mi guitarra en los fogones
han de vivir mis canciones en el alma de los demás.

No me nuembren que es pecao
y no comenten mis trinos
yo me voy con mi destino pal lao donde el sol se pierde
tal vez alguno se acuerde que aquí cantó un argentino.

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